viernes, 14 de junio de 2013

Y a tí te encontré en la calle

Una de las consecuencias de haber comenzado este blog, es el haber desarrollado un especial amor hacia lo antiguo. No hace mucho, presumía de no dejar títere con cabeza cuando me ponía a ordenar un armario, todo lo que no servía se iba fuera. 
Foto: Belen Moreno
Ahora me retuerzo de pensar en el provecho, que habrán sacado otros, de lo que les dí gratis. Lástima que por ese entonces no estuviera el Mercado de Motores.
Menos mal que todavía quedaba algún desván sin fusilar. Y buceando entre objetos, puestos ahí por varias generaciones, encontré un lámpara industrial y una rueda de bicicleta oxidada. 
El tablero lo encontré paseando por el río y mientras mi novio lo transportaba de camino a casa, salió una araña entre las oquedades a descubrir porque se movía tanto el barco, jajaja.
El caso es que lo miro y lo admiro. Lo he colocado todo juntito para la foto, en una pared de la cocina y me resulta tan bonito, aún con todo el polvo acumulado de décadas, que llevo dos días pensando en qué lugar quedaría mejor. En el hall, quizá en una habitación. 
¿Y tú donde lo colocarías?.

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