Hace poco que alquilé una de las habitaciones de mi casa a una universitaria. Y claro me pidió que cambiara la mesa camilla que tenía de antaño por una mesa donde poder estudiar.
Como tenía un tablero melaminado de 120 x 60 cm que me había sobrado de una rehabilitación anterior, decidí darle un nuevo uso y lo llevé para que lo cortaran a las medidas que mejor se ajustaban al espacio.
Mi primera opción era ponerle borriquetas, pero al cortarlo a 1 metro no era una opción viable porque no iba a quedar suficiente espacio para meter la silla.
Mi primera opción era ponerle borriquetas, pero al cortarlo a 1 metro no era una opción viable porque no iba a quedar suficiente espacio para meter la silla.