Tal como decía el post #0 de la serie Diseño interior, la arquitectura interior y sus distintos elementos se perciben por contraste entre unos y otros. Mezclar muchos criterios distintos producirá la apariencia de que no hay un argumento sólido. Hay que plantearse que todo no se puede destacar a la vez. Ver que queremos destacar y de los secundarios que lo rodean.
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El contraste permite resaltar el peso visual, lo podemos conseguir por medio de diversos medios. Tonos, colores, contornos y escala:
- Contraste de tonos. Se basa en tonalidades opuestas, a través de la elección de colores muy saturados con poco saturados. El peso visual de la composición descansa sobre el elemento más oscuro.
Dormitorio en gama del violeta al morado. - Contraste de colores. Combinando colores opuestos en la rueda cromática. Puedes escoger un color e irte al opuesto de la rueda para lograr el mayor contraste (color complementario) o elegir los dos colores adyacentes al contrario.
Ejemplo:Si tienes una habitación en verde el rojo será el color con el que más contraste (una elección un poco dificil por otro lado porque al juntarlos se perciben mal). Pero también puedes optar por elegir contrastes con pequeños elementos en violeta y naranja + verde de la pared.
Circulo cromático 
El mueble azul destaca sobre el papel pintado en tonos beige. - Contraste de contornos. Los contornos irregulares destacan de forma importante sobre los regulares o más conocidos. En este cuarto de baño minimalista, la bañera circular contrasta con los ángulos rectos del resto de la estancia.
Bañera de hidromasaje Soleil de Porcelanosa. - Contraste de escala. Se consigue a través de elementos a distintas escalas de las que suele ser habitual. Es un recuso muy utilizado en fotografía y pintura porque altera la percepción, atrayendo la atención hacia donde queramos.
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Si te ha gustado esta entrada, ojea el resto de la serie #Diseño interior.
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