Con las vacaciones llamando a la puerta de mi casa, casi puedo sentir la brisa del mar en el rostro y el sabor a la salitre en el fondo de la garganta.
Una especie de efecto placebo, igual que el que me produce ver las imágenes de esta casa.
Olor a mar, fue lo que le pidió el propietario de esta casa, al arquitecto japonés Sou fujimoto, cuando le realizó el encargo. Algo que el premio Pritzer supo reflejar a la perfección.
Una especie de efecto placebo, igual que el que me produce ver las imágenes de esta casa.
Olor a mar, fue lo que le pidió el propietario de esta casa, al arquitecto japonés Sou fujimoto, cuando le realizó el encargo. Algo que el premio Pritzer supo reflejar a la perfección.
La desnudez de los materiales exige una pulcra y esmerada construcción. |
El resultado, la "O" House, una casa hermética al exterior, donde solo muestra un sólido muro de hormigón. Pero totalmente abierta y despejada hacia el acantilado.
Sin aberturas en la parte de atrás, esta casa parece confundirse con una muralla. |
Los cubos se abren completamente hacia el acantilado con una fachada de cristal continuo |
Pureza de líneas y sobriedad, definen los interiores sin ningún tipo de ornamentación supérflua. |
Visto en phaidon.com
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