Ya casi estamos tocando el final del verano, ¿qué mejor que despedirlo con unas imágenes de casas ibicencas?.
La típica casa payesa, combina sencillez, elegancia y el buen hacer de la arquitectura tradicional.
Antes de que se empezara a acuñar el término de Arquitectura bioclimática, los lugareños, sabían construir sus viviendas para que estuvieran protegidas del sofocante calor veraniego.
Las blancas fachadas encaladas al sur, y la zona norte de la casa semienterrada en una ladera, protegían a la vivienda del viento de la tramontana, que en invierno azota sin piedad toda la zona de la Costa Brava y las Islas Baleares.
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ganchillo y farolillos |
Los tejados de cañizo y barro, vierten sus aguas en un aljibe, donde recolectar el agua de lluvia. LLuvia tan escasa, que permite sacar parte del mobiliario al exterior para disfrutar del maravilloso fondo azul del mediterráneo.
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El mar como telón de fondo |
Además de las influencias fenicias, en las casas ibicencas, se puede respirar un cierto aire oriental, de ricos telares. Con sus cojines sobre bancos de piedra.
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Los ricos cojines y las alfombras no pueden faltar en la decoración mediterránea. |
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