Este apartamento en el neoyorquino barrio de Brooklyn, tiene tan solo 60 m2. Su dueña deseaba un ambiente decadente con acento francés, que a su vez reflejara su pasión viajera. Los techos bajos supusieron todo un desafía al tener que sustituir las lámparas de araña por focos empotrados.
- Las líneas se alargan en la horizontal para prolongar y compensar una escasa vertical. Un espejo de suelo a techo multiplica el fondo de la entrada. Las paredes se llenan de cuadros de suelo a techo.
- El sillón Luis XVI se acompaña con cojines en satén y alfombras en berenjena. El tapizado de cebra queda ideal en todo este mix.
- Si tienes un piso pequeño pero prefieres la opulencia a la decoración minimalista, este es tu hogar.
Visto en Aparment therapy.
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