Después de mi visita a León, quedé encantada con el ambiente de su casco antiguo. Lo que más nos gustó a mi chico y a mí, fueron los paseos por el barrio húmedo y por sus bares y cafeterías, calentitos en un clima tan frío como el de la meseta castellana, con esas tapas tan sustanciosas y tan económicas.
Del turisteo de bar en bar y de cerveza en cerveza me quedo un local retro, al que me gustaría volver.
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Es La bien querida, negocio que integra en un mismo edificio hostal, restaurante y tapas-bar. Tiene un estilo vintage industrial que da el poner cosas de aquí y de allá, en donde no hay una silla igual a la otra. De todo el mobiliario que componen este cocktail, me quedo con su sofá corrido con respaldo capitoné en cuero marrón.
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Este negocio, especializado en vinos de la tierra ofrece una tapa tradicional como una alpargata de lacón, hasta un delicioso sushi.
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| Fotografías: Rut Florez y Francisco Soguero |
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